La representación gráfica se define con un rótulo bajo una tipografía “clásica” de serifa redondeada que nos ancla la propuesta en estos valores, a su vez y a modo de conceptualización intervenimos la misma mediante un juego de stencil y ligaduras que representan dos conceptos, primero el juego de separar los carácteres a modo de stencil nos remite a las clásicas tamponaciones tipográficas en cajas y barriles de madera de los viñedos de antaño y por otra parte el juego de ligaduras planteado entre la “i” y la “n” nos alude a un tallo de vid a modo de racimo de forma sutil y figurativa.